Pablo de Tarso

San Pablo
El Greco - St. Paul.jpg
San Pablo por El Greco.
Museo de Arte de San Luis.
Apóstol de los gentiles y mártir
NombreSaulo de Tarso
Nacimientoca. 5 a 10
Tarso, capital de la provincia de CiliciaVexilloid of the Roman Empire.svg Imperio romano
Fallecimientoca. 67 (tradicional)
ca. 58 (historiografía moderna)
Roma, capital del Vexilloid of the Roman Empire.svg Imperio romano
Venerado enIglesia católicaIglesia ortodoxaComunión AnglicanaIglesias protestantes en general
Principal SantuarioBasílica de San Pablo ExtramurosRoma
Festividad29 de junio (martirio junto a Pedro)
25 de enero (conversión de Pablo)
10 de febrero (naufragio en laIsla de Malta)
18 de noviembre (dedicación de la Basílica de San Pablo Extramuros).
AtributosEspadacarta o libro
PatronazgoRomaGreciaMaltaÉcijateólogos y prensa católica
Pablo de Tarso, originalmente Saulo Pablo o Saulo de Tarso, también llamado San Pablo o San Pablo de Tarso, nacido entre los años 5 y 10 d. C.,1 en Tarso de Cilicia(actual Turquía centro-meridional) y muerto probablemente entre los años 58 y 67 enRoma, es conocido como el Apóstol de los gentiles, el Apóstol de las naciones, o simplemente el Apóstol, y constituye una de las personalidades señeras del judaísmo del siglo I d.C. y del cristianismo primitivo.2 3
De sus epístolas auténticas surge que Pablo de Tarso reunió en su personalidad sus raíces judías, la gran influencia que sobre él tuvo la cultura helénica, y su reconocida interacción con el Imperio romano cuya ciudadanía —en el decir del libro de los Hechos de los Apóstoles— ejerció. Pablo no cambió su nombre al abrazar la fe en Jesucristocomo mesías de Israel y Salvador de los gentiles ya que, como todo romano de la época, tenía un praenomen relacionado con una característica familiar (Saulo, su nombre judío, que etimológicamente significa «invocado», «llamado»), y un cognomen, el único usado en sus epístolas (Paulus, su nombre romano, que etimológicamente significa «pequeño», «poco»).4
Su conocimiento de la cultura helénica — hablaba fluidamente tanto el griego como elarameo — le permitió predicar el Evangelio con ejemplos y comparaciones comunes de esta cultura por lo que su mensaje cosechó un pronto éxito en territorio griego. Pero esta característica también dificultó por momentos la exacta comprensión de sus palabras, ya que Pablo recurrió en ocasiones a nociones helenísticas alejadas del judaísmo mientras que otras veces habló como un judío estricto y observante de la Ley(1Corintios 9:19-21). De ahí que en la Antigüedad algunas de sus afirmaciones fueran calificadas como «τινα δυσνοητα» (transliterado, tina dysnoēta, que significa puntos «difíciles de entender»; 2Pedro 3:15-16) y que hasta hoy se susciten polémicas en la interpretación de ciertos pasajes y temas de las cartas paulinas, como por ejemplo la relación entre judíos y gentiles, entre gracia y Ley, etc. Por otra parte, es claro que sus epístolas fueron escritos de ocasión, respuestas a situaciones concretas. Por ello el análisis exegético moderno, más que esperar de cada una de ellas una formulación sistemática del pensamiento del Apóstol, examina las dificultades y particularidades que él presenta, analiza su evolución y debate sobre su integridad.
Sin haber pertenecido al círculo inicial de los Doce apóstoles, y recorriendo caminos jalonados de incomprensiones y adversidades (2Corintios 11:23-29), Pablo se constituyó en el motor de construcción y expansión del cristianismo en el Imperio romano, merced a su talento, a su convicción y a su carácter indiscutiblementemisionero.5 6 Su pensamiento conformó el llamado cristianismo paulino, una de las cuatro corrientes básicas del cristianismo primitivo que terminaron por integrar el canon bíblico.7
De las llamadas epístolas paulinas, la Epístola a los romanos, la Primera y la Segunda epístola a los corintios, la Epístola a los gálatas, la Epístola a los filipenses, la Primera epístola a los tesalonicenses (probablemente la más antigua) y la Epístola a Filemóntienen en Pablo de Tarso su autor prácticamente indiscutido. Ellas son, junto con el libro de los Hechos de los Apóstoles, las fuentes primarias independientes cuyo exhaustivo estudio científico-literario permitió fijar algunas fechas de su vida, establecer una cronología relativamente precisa de su actividad, y una semblanza bastante acabada de su apasionada personalidad. Sus escritos, de los que nos han llegado copias tan antiguas como el papiro {\mathfrak  {P}}46 datado de los años 175-225, fueron aceptados unánimemente por todas las Iglesias cristianas. Su figura, asociada con la cumbre de la mística experimental cristiana, resultó inspiradora en artes tan diversas como la arquitectura, la escultura, la pintura, la literatura, y lacinematografía y es para el cristianismo, ya desde sus primeros tiempos, una fuente ineludible de doctrina y de espiritualidad.8

Nombre[editar]

Icono que representa a San Pablo, realizado por Andréi Rubliov hacia el año 1407. De 110 x 160 cm, se atesora en laGalería Tretiakov de Moscú.
El Apóstol se llamó a sí mismo Παῦλος (Paulos) en sus cartas escritas en griego koiné.9Este nombre aparece también en la Segunda epístola de Pedro 3:15 y en los Hechos de los Apóstoles a partir de 13:9.10
Antes de ese versículo (Hechos 7:58Hechos 8:1-3Hechos 9:1, etc.), el libro de losHechos lo llama con la forma griega Σαούλ (Saoul) o Σαῦλος (Saulos) (en hebreoשָׁאוּל‎; enhebreo moderno Sha'ul, y en hebreo tiberiano Šāʼûl). El nombre, expresado en hebreo antiguo, equivaldría al del primer rey del Antiguo Israel (1Samuel 9:21Samuel 10:1), unbenjaminita igual que Pablo. Ese nombre significa «invocado», «llamado» o «pedido» (de Dios o de Yahveh).
También se utiliza su nombre Σαῦλος (Saulos) en los relatos de su «conversión» (Hechos9:4Hechos 9:17Hechos 22:7Hechos 22:13Hechos 26:14). El libro de losHechos de los Apóstoles señala además el paso de «Saulo» a «Pablo» (Hechos 13:9) al emplear la expresión «Σαυλος, ο και Παυλος», «Saulo, también [llamado] Pablo» o «Saulo, [conocido] también [por] Pablo», lo que no significa un cambio de nombre.11 En el judaísmo helenista, era relativamente frecuente portar un doble nombre: uno griego y otro hebreo.12 1314
El nombre Paulos es la forma griega del conocido cognomen romano Paulus, utilizado por lagens Emilia.15 Sólo se puede conjeturar respecto de la forma en que Pablo obtuvo este nombre romano. Es posible que tuviera relación con la ciudadanía romana (Hechos 16:39;Hechos 22:27-28Hechos 25:10) que su familia poseía por habitar en Tarso.16 También es posible que algún antepasado de Pablo adoptara ese nombre por ser el de un romano que lo manumitió.17 Si bien paulus significa en latín «pequeño» o «exiguo», no se relaciona con su contextura física o con su carácter.18
Con todo, Pablo pudo dar otro significado al uso del nombre PaulosGiorgio Agamben recuerda que cuando un señor romano dueño de esclavos compraba un nuevo siervo, le cambiaba el nombre como signo de su cambio de estado o de situación. Agamben señala ejemplos de ello: «Januarius qui et Asellus (Asnillo); Lucius qui et Porcellus (Cochinillo); Ildebrandus qui et Pecora (Ganado); Manlius qui et Longus (Largo); Aemilia Maura qui et Minima (La menor).»19 El nombre de la persona aparecía en primer lugar; el nuevo nombre se señalaba al final; ambos nombres se unían por la fórmula «...qui et...», que significa «...el cual también (se llama)...» En el libro de los Hechos de los Apóstoles, aparece la frase: «Σαυλος, ο και Παυλος» («Saulo, también [llamado] Pablo»), donde «...ο και...» es el equivalente griego de la expresión latina «...qui et...». Agamben propone que Saulo cambió su nombre por el de Pablo cuando mudó de estado, de libre a siervo/esclavo, siendo que se consideró servidor de Dios o de su mesías.19 Siguiendo esa línea de pensamiento, Pablo se habría considerado un instrumento humano pequeño (paulus, «pequeño»; Agustín de Hipona señala lo mismo en el Comm. in Psalm. 72,4: «Paulum […] minimum est»), de poco valor, escogido sin embargo por Dios, su Señor, para desempeñar una misión.19

Fuentes[editar]

Se conoce a Pablo de Tarso principalmente por dos tipos de documentación,20 21 que se pueden clasificar según su nivel de importancia:
Un folio del papiro {\mathfrak  {P}}46, conteniendo el pasaje correspondiente a la Segunda epístola a los corintios 11:33–12:9. El folio presenta una laguna al pie. Se trata de un papiro de Categoría I según la clasificación de Kurt Aland y Barbara Aland.22 Fue datado de los años 175-225.
  • Los Hechos de los Apóstoles. Particularmente a partir del capítulo 13 son, a los efectos prácticos, los hechos realizados por Pablo. Los Hechos transmiten un conjunto notable de informaciones sobre él, desde su «conversión» en el camino a Damasco hasta su llegada a Roma como prisionero. Tradicionalmente atribuidos aLucas el Evangelista, su valoración historiográfica es sin embargo controvertida. No se pone en cuestión el cuadro biográfico general que muestra el libro de los Hechos, pero al confrontar de cerca este escrito con las cartas auténticas, aparecen ciertos matices o ausencias en el campo de los acontecimientos (por citar dos ejemplos, losHechos no mencionan en absoluto las relaciones tormentosas de Pablo con la Iglesia de Corinto; las cartas auténticas de Pablo no suponen la existencia del llamado «decreto apostólico» señalado en Hechos 15:22-29, una concesión al judaísmo sobre la prohibición de determinados alimentos). También hay discordancias teológicas (por ejemplo, los Hechos pasan por alto la postura típicamente paulina de la justificación de la fe sin las obras de la ley, bien marcada por ejemplo, en laEpístola a los romanos).23 Sin embargo, Víctor M. Fernández hace notar la existencia de ciertos pasajes de los Hechos de los Apóstoles que marcan el estilo particular de cristianismo que Pablo predicaba: el Evangelio de la gracia de Dios(Hechos 20:24), que equivaldría al acento que Pablo ponía en la justificación por la gracia y no por las obras de la Ley.24
En el caso de contraste sobre temas comunes, se suele dar la preferencia a las cartas paulinas auténticas; por otra parte, se aceptan aquellos datos del libro de los Hechos que no son discordantes con las cartas.25
Existe otro tipo de obras, las llamadas «epístolas pseudoepigráficas o deuteropaulinas», que fueron escritas con el nombre de Pablo, quizá por algunos discípulos suyos después de su muerte. Incluyen la Segunda epístola a los tesalonicenses, la Epístola a los colosensesEpístola a los efesios, y tres «cartas pastorales», la Primera y la Segunda epístola a Timoteo y la Epístola a Tito. Desde el siglo XIX, distintos autores han negado la paternidad paulina directa de estas cartas, atribuyéndolas a varias figuras de discípulos posteriores.26 Con todo, otros autores sostienen la autoría paulina de estas cartas, en particular de Colosenses, argumentando que las variaciones en el estilo y en la temática se pueden justificar por el cambio del marco histórico en que se escribieron.27 (Ver sección sobre las epístolas pseudoepigráficas).

Biografía[editar]

Nacimiento de Pablo[editar]

Saulo Pablo nació entre el año 5 y el año 10 en Tarso (en la actual Turquía), por entonces ciudad de la provincia romana de Cilicia, en la costa sur del Asia Menor.
Fecha[editar]
En la epístola a Filemón, Pablo se declaró ya anciano (presbytésFilemón 1:9). La escribió estando preso (Filemón 1:1), bien a mediados de la década del año 50 en Éfeso, o bien a principios de la década del año 60 en Roma o Cesarea. Se supone que en aquella época se alcanzaba la ancianidad hacia los cincuenta o sesenta años.28 A partir de este dato, se estima que Pablo nació a comienzos del siglo I, hacia el año 10.29 30 31 32 Por lo tanto, fue contemporáneo de Jesús de Nazaret.
Lugar[editar]
Localización de las principales sinagogas de ladiáspora durante los siglos I y II, de acuerdo con evidencias procedentes de la literatura, lapapirología, la epigrafía y la arqueología. El mapa pone de manifiesto la dispersión judía por el mundo helenístico y romano.
Iglesia de San Pablo en Tarso (Turquía), construida durante los siglos XI o XII. Rediseñada y renovada en 1892, la iglesia fue abandonada en 1923 tras el éxodo de la comunidad cristiana de Tarso, consecuencia de la guerra greco-turca (1919-1922). Luego, fue ligeramente modificada y utilizada para otros fines. En 1994 el Ministerio de Cultura la catalogó como museo histórico y se convirtió en un monumento protegido.
Lucas afirma que Pablo era oriundo de Tarso (Hechos 9:11Hechos 21:39Hechos22:3), ciudad situada en la provincia de Cilicia, información considerada digna de crédito.33 34 35 Corrobora esta tradición que Pablo tiene por nativa la lengua griega,3637 y que no se observan semitismos en su uso de este idioma.38
Además, Pablo utilizó la Septuaginta, traducción al griego de los textos bíblicos, empleada por las comunidades judías del mundo antiguo más allá de Judea.38 39 Este conjunto concuerda con el perfil de un judío de la diáspora nacido en una ciudadhelenística.39 A esto se suma la inexistencia de tradiciones alternativas que mencionen otros posibles lugares de nacimiento, con excepción de una noticia tardía de Jerónimo de Estridón que consigna el rumor de que la familia de Pablo procedía de Giscala, ciudad de Galilea (De viris illustribus 5 —Comentario a Filemón—; fines del siglo IV), noticia considerada en general carente de respaldo.38 40 Nota 1
Por entonces, Tarso era una ciudad próspera, de no poca importancia (Hechos21:39).41 Capital de la provincia romana de Cilicia desde el año 64 a.C.,42 43 estaba enclavada a los pies de los montes Taurus y a orillas del río Cidno,44 cuya desembocadura en el mar Mediterráneo servía a Tarso de puerto. Tarso poseía importancia comercial ya que formaba parte de la ruta que unía Siria y Anatolia.45 Además era el centro de una escuela defilosofía estoica.46 47 Se trataba, pues, de una ciudad conocida como centro de cultura, filosofía y enseñanza.48 La ciudad de Tarso tenía concedida la ciudadanía romana por nacimiento (Hechos 22:22-29). Como se explicó anteriormente, este estado de situación constituye una explicación posible de que Pablo fuera ciudadano romano pese a ser hijo de judíos.
Ciudadanía romana[editar]
La información sobre la ciudadanía romana de Pablo solo es presentada por los Hechos de los Apóstoles (Hechos 16:37-38Hechos 22:25-29Hechos 23:27) y no encuentra paralelismos en las cartas de Pablo, lo que aún hoy resulta motivo de debate.49 50 51 52Contra esta noticia, Vidal García aduce que un ciudadano romano no hubiese sido apaleado, tal como en 2Corintios 11:24-25 asegura Pablo que le ocurrió a él, ya que estaba prohibido.53 A favor, Bornkamm señala que el nombre Paulus era romano.54 Y, de no ser romano, Pablo no hubiese sido trasladado a Roma tras su detención en Jerusalén.55 Sin embargo, hay excepciones a ambos supuestos.56 57 58 59 Peter Van Minnen, papirólogo e investigador especializado en documentos griegos del período helenístico y romano incluyendo los del cristianismo primitivo, defendió enérgicamente la historicidad de la ciudadanía romana de Pablo, sosteniendo que Pablo era descendiente de uno o más libertos, de quienes habría heredado la ciudadanía.60

Primeros años, educación y estado de vida[editar]

Hijo de hebreos y descendiente de la tribu de Benjamín (Romanos 11:1Filipenses 3:5), el libro de los Hechos de los Apóstolesseñala además otros tres puntos respecto de Pablo: (1) que fue educado en Jerusalén; (2) que fue instruido a los pies del famoso rabino Gamaliel (Hechos 22:3);61 y (3) que era fariseo (Hechos 26:5).
Educación, «a los pies de Gamaliel»[editar]
La educación de Pablo es objeto de muchas especulaciones. La opinión mayoritaria de los especialistas señala que recibió la educación inicial en la misma ciudad de Tarso.62 63 Asimismo, se sugiere que se habría mudado a Jerusalén posteriormente, siendo adolescente,64 o ya un joven.65 Algunos estudiosos, que mantienen una actitud de gran reserva respecto de la información brindada por los Hechos, objetan estos datos.66 Otros no encuentran razón suficiente para descartar los datos del libro de los Hechos 22:3referidos a su educación a los pies de Gamaliel I el Viejo, autoridad de mente abierta.67 Según Du Toi, los Hechos y las cartas paulinas auténticas respaldan como más probable que Pablo fuera a Jerusalén en sus años de adolescencia. Más importante aún, este estudioso remarca que la dicotomía Tarso–Jerusalén debería superarse mediante el reconocimiento de que la persona de Pablo fue un punto de encuentro e integración de una variedad de influencias.68 La educación de Pablo a los pies de Gamaliel sugiere su preparación para ser rabino.69
Fariseo[editar]
Que Pablo fuera fariseo es un dato que llegó a nosotros a partir del pasaje autobiográfico de la Epístola a los filipenses:
Circuncidado el octavo día; del linaje de Israel; de la tribu de Benjamín; hebreo e hijo de hebreos; en cuanto a la Ley, fariseo; en cuanto al celo, perseguidor de la Iglesia; en cuanto a la justicia de la Ley, intachable.
Sin embargo, estos versículos forman parte de un fragmento de la carta que algunos autores consideran un escrito independiente posterior al año 70.70 71 72 Hyam Maccoby cuestionó que Pablo fuese fariseo al afirmar que no se observa ningún rasgo rabínico en las cartas paulinas.73
Con todo, el carácter fariseo de Saulo Pablo en su juventud suele ser aceptado sin reticencias por otros autores,74 75 a lo que se suman las palabras puestas en boca del Apóstol por el libro de los Hechos:
Todos los judíos conocen mi vida desde mi juventud, desde cuando estuve en el seno de mi nación, en Jerusalén. Ellos me conocen de mucho tiempo atrás y si quieren pueden testificar que yo he vivido como fariseo conforme a la secta más estricta de nuestra religión.
Hechos de los Apóstoles 26:5
En resumen, Saulo Pablo sería un judío de profundas convicciones, estricto seguidor de la Ley mosaica.
Estado civil[editar]
Un tema discutido en la investigación del «Pablo histórico» es su estado civil, del cual no existe constancia clara. Los textos de1Corintios 7:8 y 1Corintios 9:5 sugieren que, cuando escribió esa carta en la primera mitad de la década del año 50, no estaba casado, pero eso no aclara si nunca se había casado, si se había divorciado o si había enviudado.76
En general, los investigadores suelen optar por dos posiciones mayoritarias:
  1. que habría permanecido célibe toda su vida sin que quede clara la razón precisa, que no sería necesariamente de índole religiosa;77
  2. que habría estado casado,78 y luego habría enviudado. Esta posición fue planteada por Joachim Jeremias,79 y encontró entre otros seguidores a J.M. Ford, E. Arens y, en nuestros días, a S. Légasse.80 Esta postura supone que Pablo estaba casado porque era preceptivo en el caso de los rabinos.81 Por lo tanto, cuando Pablo escribió en 1 Corintios 7:8: «Digo a los solteros y a los viudos, 'bueno es que se queden como yo estoy'», se clasificaría entre los viudos (chérais), no entre los solteros (agamois); Pablo no se habría casado de nuevo (cf. 1 Corintios 9:5). E. Fascher, que defendió el celibato perpetuo de Pablo, mostró objeciones a esta teoría.82
Romano Penna y Rinaldo Fabris señalan otra posición posible: que Pablo y su presunta mujer se hubiesen separado. Ese supuesto podría vincularse con el llamado privilegio paulino establecido por el Apóstol, que consiste en el derecho que tiene a romper el vínculo matrimonial la parte cristiana cuando la otra parte es infiel y no se aviene a vivir con ella pacíficamente.83 84

Saulo Pablo, perseguidor[editar]

Conocimiento de Jesús de Nazaret[editar]
Cabe plantearse si, habiendo estado Saulo Pablo en Jerusalén «a los pies de Gamaliel», conoció personalmente a Jesús de Nazaret durante su ministerio o al momento de su muerte. Las posiciones de los estudiosos son diversas, pero en general se presume que no fue así, ya que no hay mención de ello en sus epístolas. Resulta razonable pensar que, de haber sucedido un encuentro semejante, Pablo lo habría consignado en algún momento por escrito.85 86
Siendo este el caso, cabría también cuestionar la presencia permanente de Saulo Pablo en Jerusalén en sus años de adolescencia o juventud.87 A partir de Hechos 26:4-5Raymond E. Brown sugiere que Saulo Pablo era fariseo desde su juventud. Dado que resultaría infrecuente la presencia de maestros fariseos fuera de Palestina y que, además del griego, Pablo conocía el hebreo, el arameo o ambos, la suma de toda esa información da pie a pensar que al iniciarse la década del año 30, Saulo Pablo se trasladó a Jerusalén con el fin de estudiar más profundamente la Torá.88
La primera persecución[editar]
Martirio del diácono Esteban. Se trata de una representación bizantina en miniatura incluida en el menologio de Basilio II, obra de arte señera entre los manuscritos griegos con miniaturas. Datado de fines del siglo X o principios del siglo XI, en la actualidad forma parte de la colección de manuscritos griegos de la Biblioteca Apostólica Vaticana. En la imagen se observa la lapidación de Esteban a la derecha, y a Saulo Pablo, sentado, a la izquierda.
Según los Hechos de los Apóstoles, el primer contacto fidedigno con los seguidores de Jesús lo tuvo en Jerusalén, con el grupo judeo-helenístico de Esteban y sus compañeros.89Saulo Pablo aprobó la lapidación de Esteban el protomártir, ejecución datada de la primera mitad de la década del año 30.90
En su análisis, Vidal García limita la participación de Saulo Pablo en el martirio de Esteban al señalar que la noticia sobre la presencia de Pablo en esa lapidación no pertenecería a la tradición original utilizada por Hechos.91 Bornkamm argumenta sobre la dificultad de suponer que Pablo haya estado siquiera presente en la lapidación de Esteban.92
Con todo, otros autores (por ejemplo, Brown, Fitzmyer, Penna, Murphy O'Connor, etc.) no encuentran razones suficientes para dudar sobre la presencia de Pablo en el martirio de Esteban. Siempre según los Hechos, los testigos de la ejecución de Esteban pusieron sus vestidos a los pies del «joven Saulo» (Hechos 7:58).Nota 2 Martin Hengel considera que Pablo podría tener en aquellos momentos unos 25 años.93
El capítulo 8 de los Hechos de los Apóstoles muestra en los primeros versículos un cuadro panorámico de la primera persecución cristiana en Jerusalén, en el que Saulo Pablo se presenta como el alma de esa persecución. Sin respetar ni a las mujeres, llevaba a los cristianos a la cárcel.
Saulo aprobaba su muerte. Aquel día se desató una gran persecución contra la Iglesia de Jerusalén. Todos, a excepción de los apóstoles, se dispersaron por las regiones de Judea y Samaria. Unos hombres piadosos sepultaron a Esteban e hicieron gran duelo por él. Entretanto Saulo hacía estragos en la Iglesia; entraba por las casas, se llevaba por la fuerza hombres y mujeres, y los metía en la cárcel.
No se habla de matanzas pero, en un discurso posterior en el templo (Hechos 22:19-21), Pablo señaló que andaba por las sinagogas encarcelando y azotando a los que creían en Jesús de Nazaret. En Hechos 9:1 se indica que las intenciones y propósitos de Saulo eran amedrentar de muerte a los fieles. Y en Hechos 22:4 se coloca en boca de Pablo su persecución «hasta la muerte», encadenando y encarcelando a hombres y mujeres.
Vidal García y Bornkamm manifiestan su desconfianza respecto de los alcances reales de esa persecución, tanto desde el punto de vista de su extensión geográfica cuanto de su grado de virulencia.94 95 Barbaglio señala que los Hechos hacen aparecer a Pablo, «no como el perseguidor sino como la persecución personificada», por lo que no se los puede considerar una crónica neutra.96 Sanders sostiene que esa persecución se debió al celo de Saulo Pablo, y no a su condición de fariseo.97 Más allá de los alcances precisos de su carácter persecutorio, se podría resumir —en palabras de Theissen— que la vida del Pablo precristiano se caracterizó por «el orgullo y el celo ostentoso por la Ley».98

La «conversión»[editar]

Conversión en el camino para Damasco.
Por Caravaggio, en la Basílica de Santa María del Popolo, en Roma. En las obras de arte y en la creencia popular se tiene la imagen de que Pablo cayó de su caballo, cuando ni en las epístolas paulinas ni en los Hechos de los Apóstoles se menciona la caída de un caballo. Podría tratarse, pues, de un anacronismo.
Según el libro de los Hechos de los Apóstoles, luego del martirio de Esteban, Saulo Pablo se dirigió a Damasco, hecho que los biblistas tienden a situar en el término del año subsiguiente a la lapidación de Esteban, según se comenta en la sección anterior (ver además el análisis de V. M. Fernández y bibliografía allí citada).99
Entretanto Saulo, respirando todavía amenazas y muertes contra los discípulos del Señor, se presentó al Sumo Sacerdote, y le pidió cartas para las sinagogas de Damasco, para que si encontraba algunos seguidores del Camino, hombres o mujeres, los pudiera llevar atados a Jerusalén. Sucedió que, yendo de camino, cuando estaba cerca de Damasco, de repente le rodeó una luz venida del cielo, cayó en tierra y oyó una voz que le decía: «Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?» El respondió: «¿Quién eres, Señor?» Y él: «Yo soy Jesús, a quien tú persigues. Pero levántate, entra en la ciudad y se te dirá lo que debes hacer.» Los hombres que iban con él se habían detenido mudos de espanto; oían la voz, pero no veían a nadie. Saulo se levantó del suelo, y, aunque tenía los ojos abiertos, no veía nada. Le llevaron de la mano y le hicieron entrar en Damasco. Pasó tres días sin ver, sin comer y sin beber.
La conversión de San Pablo (1542), obra de Miguel Ángel. En la espiritualidad cristiana, el episodio de Pablo derribado dio origen a una expresión técnica, las llamadas «gracias tumbativas».100
Interior de la llamada «casa de Ananías» o «capilla de San Ananías», en Damasco. Se trata de una cripta de dos habitaciones, situada a unos cuatro metros por debajo del nivel de la calle actual. Se la asocia con el lugar en que Saulo Pablo recuperó la vista y fue bautizado por Ananías.
Pablo mismo presentó esta experiencia como una «visión» (1Corintios 9:1), como una «aparición» de Jesucristo resucitado (1Corintios 15:8) o como una «revelación» de Jesucristo y su Evangelio (Gálatas1:12-161Corintios 2:10). Pero nunca presentó esta experiencia como una «conversión», porque para los judíos «convertirse» significaba abandonar a los ídolos para creer en el Dios verdadero, y Pablo nunca había adorado a ídolos paganos, ni había llevado una vida disoluta. Los biblistas tienden a acotar a un marco muy preciso el significado del término «conversión» aplicado a Pablo.101 En realidad, cabe que Pablo interpretara que tal experiencia no lo hacía menos judío, sino que le permitía llegar a la esencia más profunda de la fe judía.99 Por entonces, elcristianismo aún no existía como religión independiente.102
Existen varios puntos sin resolver respecto de este relato. Por ejemplo, en 1Corintios 9:1Pablo señaló que «vio» a Jesús, pero en ningún pasaje de los Hechos (Hechos 9:3-7,Hechos 22:6-9Hechos 26:13-18) ocurre tal cosa. Más aún, los tres pasajes de Hechosno coinciden en los detalles:103 si los acompañantes quedaron en pie sin poder hablar o si cayeron por tierra; si oyeron o no la voz; asimismo, el hecho de que Jesús hablara a Pablo «en idioma hebreo», pero citando un proverbio griego (Hechos 26:14). Sin embargo, el núcleo central del relato coincide siempre:104
— Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?
— ¿Quién eres tú, Señor?
— Yo soy Jesús (de Nazaret), a quien tú persigues.
Las epístolas paulinas guardan silencio sobre los detalles de este episodio, aunque el comportamiento previo y posterior de Pablo es señalado por él mismo en una de ellas.
[…]pues yo no lo recibí ni aprendí de hombre alguno, sino por revelación de Jesucristo. Pues ya estáis enterados de mi conducta anterior en el Judaísmo, cuán encarnizadamente perseguía a la Iglesia de Dios y la devastaba, y cómo sobrepasaba en el Judaísmo a muchos de mis compatriotas contemporáneos, superándoles en el celo por las tradiciones de mis padres. Mas, cuando Aquel que me separó desde el seno de mi madre y me llamó por su gracia, tuvo a bien revelar en mí a su Hijo, para que le anunciase entre los gentiles, al punto, sin pedir consejo ni a la carne ni a la sangre, sin subir a Jerusalén donde los apóstoles anteriores a mí, me fui a Arabia, de donde nuevamente volví a Damasco.
Bab Kisan, uno de los ocho portales de la antigua ciudad de Damasco. El muro fue construido en la época romana. Se lo suele asociar con el lugar en que Saulo Pablo fue descolgado por los discípulos de las murallas en el interior de un canasto para escapar de los judíos que habían tomado la decisión de matarlo (Hechos 9:23-25). Hoy alberga la capilla de San Pablo.
En otra de sus epístolas afirmó:
Y en último término [Cristo resucitado] se me apareció también a mí, como a un abortivo.
Como resultado de esa «experiencia» vivida en el camino a Damasco, Saulo de Tarso, hasta entonces dedicado a «perseguir encarnizadamente» y «asolar» con «celo» a la «Iglesia de Dios» según sus propias palabras (Gálatas 1:13Filipenses 3:6), transformó su pensamiento y su comportamiento. Pablo siempre habló de su condición judía en tiempo presente (2Corintios 11:22Gálatas 2:15Filipenses 3:3-6) y señaló que él mismo debía cumplir las normas dictaminadas por las autoridades judías (2Corintios 11:24). Probablemente nunca abandonó sus raíces judías, pero permaneció fiel a aquella experiencia vivida, considerada uno de los principales acontecimientos en la historia de la Iglesia.105
Después del suceso vivido por Pablo en el camino de Damasco, Ananías lo curó de su ceguera imponiéndole las manos. Pablo fue bautizado y permaneció en Damasco «durante algunos días» (Hechos 9:10-19).
Desde la década de 1950 se presentaron trabajos científicos que sugirieron la presunta epilepsia de Pablo de Tarso,106 107 y se postuló que su visión y experiencias extáticas pudieron ser manifestaciones de epilepsia del lóbulo temporal.108 También se propuso un escotoma central como dolencia de Pablo, y que esa condición podría haber sido causada por retinitis solar en el camino de Jerusalén a Damasco.109 Bullock sugirió hasta seis posibles causas de la ceguera de Pablo en el camino a Damasco: oclusión de la arteria vertebrobasilar, contusión occipital, hemorragia vítrea secundaria/desgarro de retina, lesión causada por un rayo, intoxicación porDigitalis, o ulceraciones (quemaduras) de la córnea.110 Con todo, el estado de salud física de Pablo de Tarso permanece desconocido.108

Su ministerio temprano[editar]

Pablo de Tarso comenzó su ministerio en Damasco y Arabia (Gálatas 1:17), nombre con el cual se hacía referencia al reinonabateo.111 Nota 3 Fue perseguido por el etnarca Aretas IV (2Corintios 11:32), hecho que se suele datar de los años 38-39,112 o eventualmente de antes del año 36.99 Nota 4
Pablo huyó a Jerusalén donde, según Gálatas 1:18-19, visitó y conversó con Pedro y con Santiago. Según Hechos 9:26-28, fueBernabé quien lo llevó ante los apóstoles. Podría interpretarse que fue entonces cuando le transmitieron a Pablo lo que más tarde mencionó en sus cartas haber recibido por tradición sobre Jesús (1Corintios 11:231Corintios 15:3).113 La estancia en Jerusalén fue breve: se habría visto obligado a huir de Jerusalén para escapar de los judíos de habla griega. Fue conducido a Cesarea Marítima y enviado a refugiarse en Tarso de Cilicia (Hechos 9:29-30). Raymond Brown señala que no se conoce con exactitud cuanto tiempo permaneció allí, pero pudieron ser varios años.
Bernabé acudió a Tarso y fue con Pablo a Antioquía, donde surgió por primera vez la denominación de «cristianos» para los discípulos de Jesús. Pablo habría pasado un año evangelizando allí, antes de ser enviado a Jerusalén con ayuda para aquellos que sufrían hambruna (Hechos 11:25-30).114 Antioquía se convertiría en el centro de los cristianos convertidos desde el paganismo.Nota 5

Viajes misioneros[editar]

A partir del año 46 comienzan los tres grandes viajes misioneros de Pablo, que el revisionismo moderno interpreta se iniciaron con anterioridad, después del año 37. Los tres viajes son en realidad una clasificación con fines didácticos.115
Voyage Paul 1.png
Voyage Paul 2.png
Voyage Paul 3.png
De izquierda a derecha, los recorridos que habría realizado Pablo durante el primero, segundo y tercer viaje, según el libro de los Hechos de los Apóstoles.
Magnitud de los viajes[editar]
Pablo hacía generalmente sus viajes a pie (2 Corintios 11:26).116 117 El esfuerzo realizado por Pablo de Tarso en sus viajes es digno de mención. Si se cuenta únicamente el número de kilómetros de los tres viajes por Asia Menor, se puede dar el siguiente resultado, según Josef Holzner:118
Pilar de San Pablo en PafosChipre. Según Hechos 13:7-12, el Apóstol convirtió en esta ciudad al procónsul romano Sergio Paulo, durante su primer viaje.
  • Primer viaje: desde Atalia, el puerto a donde llegó desde Chipre, hasta Derbe, ida y vuelta, 1 000 km.
  • Segundo viaje: desde Tarso hasta Tróade, 1 400 km. Si se tiene en cuenta el desplazamiento por Galacia hasta su capital, Ancira, hay que añadir 526 km más. Por lo tanto, solamente dentro del Asia Menor recorrió por lo menos 1 926 km. Este cálculo de mínimos se debe a que la narración de los Hechos de los Apóstoles es muy general y se limita a decir que atravesó la región de Galacia y Misia.
  • Tercer viaje: de Tarso hasta Éfeso, 1 150 km. A ello hay que sumar el recorrido por la región de Galacia. En este viaje, solo dentro del Asia Menor recorrió un mínimum de 1 700 km.
A lo anterior habría que añadir los viajes por tierras de Europa y por mar, los caminos difíciles, las diferencias de altitud, etc. De una forma muy vívida, Pablo mismo describió en el pasaje siguiente lo que estos viajes implicaron:
En peligros de muerte he estado muchas veces. Cinco veces recibí de los judíos cuarenta azotes menos uno. Tres veces fui azotado con varas; una vez fui apedreado; tres veces padecí naufragio; un día y una noche pasé en el abismo. Viajes frecuentes; peligros de ríos; peligros de salteadores; peligros de los de mi raza; peligros de los gentiles; peligros en la ciudad; peligros en despoblado; peligros en el mar; peligros entre falsos hermanos; trabajos y fatigas; noches sin dormir, muchas veces; hambre y sed; muchos días sin comer; frío y desnudez. Y aparte de otras cosas, mi responsabilidad diaria: la preocupación por todas las Iglesias. ¿Quién desfallece sin que desfallezca yo? ¿Quién sufre escándalo sin que yo me abrase?
2 Corintios 11:23c-29
En efecto, como viajero desprotegido de toda escolta, sería víctima fácil de bandidos, en particular en zonas rurales poco frecuentadas. Los viajes marítimos no eran más seguros: los vientos podían ser de ayuda proa al este, pero era peligroso poner rumbo a poniente y los naufragios eran frecuentes en cualquier sentido. Aún en las grandes ciudades greco-romanas como Éfeso, Pablo no dejaba de ser un judío, posiblemente con un zurrón al hombro, queriendo cuestionar toda la cultura en nombre de quien había sido considerado un criminal crucificado.119 Ni aun los «suyos» (los de su «clase», «raza» o «estirpe», es decir, los judíos) dejaban de sancionarlo.120 Finalmente, su labor ni siquiera finalizaba luego de predicar el evangelio de Jesucristo o conformar una comunidad.121
El teólogo protestante alemán Gustav Adolf Deissmann enfatizó el punto al comentar que sentía «indecible admiración» a vista del esfuerzo puramente físico de Pablo, que con toda razón podía decir de sí mismo que «azotaba su cuerpo y lo domaba como a un esclavo» (1Corintios 9:27).122
Primer viaje[editar]
Pablo y Bernabé en Listra (1650), obra del artista alemán Nicolaes Pietersz. Berchem. Musée d'art et d'industrieSaint-Étienne (Francia).
Enviados por la Iglesia antioquena, Bernabé y Pablo partieron en el primer viaje misional (Hechos 13-14), acompañados por Juan Marcos, primo de Bernabé que oficiaba de auxiliar. Del relato surge que Bernabé habría dirigido la misión en sus inicios.123 Zarparon deSeleucia, puerto de Antioquía ubicado a 25 km de la ciudad, hacia la isla de Chipre, patria de Bernabé (Hechos 4:36). Atravesaron la isla desde Salamina en la costa oriental de Chipre, hasta Pafos en la costa occidental.
En Pafos, Pablo logró un converso ilustre en la persona del procónsul romano Sergio Paulo (Hechos 13:7-12). En su séquito se hallaba el mago Elimas, que procuró apartar al procónsul de la fe. Pablo lo llamó «repleto de todo engaño y de toda maldad, hijo del Diablo y enemigo de toda justicia», y dejó a Elimas ciego. Viendo lo ocurrido, el procónsul creyó. Desde Pafos los misioneros navegaron hacia Perge, en la región de Panfilia, en la costa sur del Asia Menor central. Es aquí donde el relato de los Hechos de los Apóstoles comienza a llamar a Saulo con su nombre romano Pablo, quien en adelante encabeza la misión. En esta etapa los dejó Juan Marcos para regresar a Jerusalén, con gran disgusto de Pablo como se indica más adelante (Hechos 15:38).
Pablo y Bernabé continuaron viaje tierra adentro, hacia la Anatolia centro-meridional, tocando las ciudades del sur de GalaciaAntioquía de PisidiaIconioListra y Derbe. La norma constante en Pablo, tal como la presenta los Hechos, era la de predicar primero a los judíos a quienes suponía más preparados para recibir el mensaje. El relato de los Hechosmuestra también la oposición activa que hacían «los de su raza» al anuncio evangélico. Ante la resistencia abierta que le opusieron manifestó su intención de dirigirse en adelante a los gentiles (Hechos 14:48-50). Los paganos comenzaron a acogerlo gozosamente.Nota 6 Pablo y Bernabé deshicieron el camino desde Derbe, por Listra, Iconio y Antioquía de Pisidia, hasta Perge; embarcaron en Atalía con dirección a Antioquía de Siria, donde Pablo pasó algún tiempo con los cristianos (Hechos 14:28).
Si bien las epístolas auténticas de Pablo no brindan ninguna información sobre este primer viaje, mencionan en cambio que predicó a los gentiles con antelación al concilio de Jerusalén y que sufrió una lapidación, la cual tendría correspondencia con la que padeció en Listra, según los Hechos.124
Concilio de Jerusalén[editar]
Ícono que representa a Santiago el Justo. Los textos de Gálatas 2:9 y Hechos 12:17 y 15:13 producen la misma impresión: que Santiago ocupaba el primer lugar en la Iglesia de Jerusalén al momento del Concilio de Jerusalén.
Luego de la primera misión paulina y durante la breve estadía del Apóstol en Antioquía, arribaron algunos judaizantes,125 cuya prédica señalaba la necesidad de la circuncisión para salvarse,126por lo que desencadenaron un conflicto no menor con Pablo y Bernabé. La Iglesia de Antioquía envió a Pablo, Bernabé y algunos otros (entre ellos Tito, según Gálatas 2:1) a Jerusalén para consultar a los apóstoles y ancianos.127 Según las palabras del propio Pablo, ésta sería su segunda visita a Jerusalén después de su conversión («una vez más en catorce años»). Este acontecimiento se data tradicionalmente del año 49, en tanto que las posturas revisionistas varían en la datación, entre los años 47 y 51.128 Según Thiessen, este conflicto activó en Pablo su propia conversión, llevándola a debate público como argumento para instruir acerca del riesgo que implicaba admitir la circuncisión.129
Si bien con algunos matices, este hecho aparece tanto en la Epístola a los gálatas como en el libro de los Hechos,130 y dio lugar a un conciliábulo conocido como el Concilio de Jerusalén, en el que triunfó la postura de Pablo sobre no imponer el ritual judío de la circuncisión a los conversos gentiles.131
La decisión adoptada en el concilio implicó un avance en la liberación del cristianismo primitivo de sus raíces judías para abrirse al apostolado universal.132 La cuestión resuelta allí parece haber sido puntual,133 134 aunque con implicaciones doctrinales que excederían el problema planteado. En efecto, Pablo denunciaría más tarde la inutilidad de las prácticas cultuales propias del judaísmo, que incluían no solo la circuncisión (Gálatas 6:12) sino además las observancias (Gálatas4:10), para desembocar finalmente en la concepción de que no es el hombre el que logra su propia justificación como resultado de la observancia de la Ley divina, sino que es el sacrificio de Cristo el que lo justifica gratuitamente, es decir, que la salvación es un don gratuito de Dios (Romanos 3:21-30).135
Controversia en Antioquía[editar]
San Pedro y San Pablo (c. 1605), óleo sobre tela de Guido Renique se conserva en la Pinacoteca de Brera. Ambos apóstoles tuvieron presencia decisiva en el Concilio de Jerusalén y fueron protagonistas de la controversia posterior en Antioquía.
Luego del concilio de Jerusalén, Pablo y Bernabé retornaron a Antioquía donde tendría lugar una disputa de importancia. Según Gálatas 2:12-14, habiendo Simón Pedro comido con los gentiles, abandonó esta práctica ante la llegada de hombres de Santiago que presentaron objeciones a esa praxis.136
Pablo reconocía la posición de Pedro, a quien consideraba uno de los pilares de la Iglesia de Jerusalén (Gálatas 2:9), pero se sintió obligado a protestar y «le resistió en el rostro» (Gálatas2:11). Le advirtió a Pedro que estaba violando sus propios principios y que no caminaba rectamente de acuerdo con la verdad del evangelio (Gálatas 2:14). No se trataba, pues, de una mera diferencia de opinión. Según Bornkamm, Pablo veía en la actitud de Pedro una recaída en el legalismo, que volvía la espalda al evangelio y a lo acordado anteriormente en Jerusalén, minimizando la importancia de la fe en Cristo como superior a la ley.137
Es dudoso el resultado final de este incidente respecto de la prevalencia de una opinión u otra.138139 140 En cualquier caso, el conflicto tuvo consecuencias. Según la Epístola a los gálatas, Bernabé también tomó posición a favor de los hombres de Santiago, y esta podría ser una razón adicional de la separación de Pablo y Bernabé (Hechos 15:36-40), y de la salida de Pablo de Antioquía en compañía de Silas.
Segundo viaje[editar]
Vía Egnatia, calzada romana que atravesaba la península balcánica para enlazar por mar con la vía Apia conducente a Roma. Fue utilizada parcialmente por Pablo de Tarso en su segundo viaje.
Cimientos del puente romano que cruzaba el río a las afueras de la puerta occidental de la antigua Filipos. Las piedras de pavimentación que perduraron (a la derecha) son parte de la vía Egnatia, la calzada romana que facilitaba los viajes a través de Macedonia a comienzos de nuestra era. Probablemente cerca de allí se conformó a mediados del siglo I la comunidad cristiana de Filipos, una de las más apreciadas por Pablo.
En el segundo viaje misionero Pablo se hizo acompañar por Silas. Partieron de Antioquía y, atravesando las tierras de Siria y Cilicia, alcanzaron Derbe y Listra, ciudades del sur de Galacia. En Listra se les unió Timoteo (Hechos 16:1-3).141 Luego, a través de Frigia, se encaminó hacia el norte de Galacia, donde fundó nuevas comunidades. Por la Epístola a los gálatas se sabe que Pablo enfermó mientras atravesaba Galacia y que, durante esa estadía no planificada, gracias a su predicación surgieron allí las comunidades gálatas (Gálatas 4:13-20). No pudiendo proseguir hacia Bitinia, partió de Galacia hacia Misia y Tróade, donde se presume se le unió Lucas.Nota 7
Decidió ir a Europa, y en Macedonia fundó la primera Iglesia cristiana europea: la comunidad de Filipos.142 Después de sufrir azotes con varas y prisión a manos de pretores romanos en Filipos (Hechos 16:16-40), Pablo pasó a Tesalónica (Hechos 17:1) donde tuvo una corta estadía destinada a la evangelización, matizada por sus controversias con los judíos.
La hostilidad de Tesalónica parece haber torcido la idea inicial de Pablo que, según los autores, sería la de dirigirse a Roma, capital del Imperio. Así lo indicaría el hecho de que Pablo transitó la reconocida Vía Egnatia hasta que, luego de Tesalónica, cambió el rumbo para adentrarse más en Grecia.143 144 En efecto, la estancia en Tesalónica finalizó con la huida de Pablo a Berea (Hechos 17:10) y su posterior viaje a Atenas (Hechos 17:15), donde intentó infructuosamente atrapar la atención de los atenienses, famosos por su avidez de novedades, con un discurso en el Areópago sobre el evangelio de Jesús resucitado (Hechos 17:22-32). De allí se dirigió a Corinto, donde permaneció durante un año y medio (Hechos 18:11), acogido por Aquila y Priscila (Hechos 18:1-3), un matrimonio judeo-cristiano que había sido expulsado de Roma debido al edicto del emperador Claudio,145 y que se convertirían en amigos entrañables de Pablo.146 Durante su estadía en Éfeso, Pablo fue conducido ante el tribunal de Galión, procónsul de Acaya (Hechos 18:12-17). Se trata de Lucio Junio Galión Éneo, hermano mayor del filósofo Séneca, cuyo mandato se menciona en la llamada inscripción de Delfos, una evidencia epigráfica que originalmente se hallaba en el templo de Apolo, descubierta en Delfos (Grecia) en el año 1905. Desde el punto de vista histórico, esta prueba es considerada clave y segura,99 147 148 y permite datar de los años 50 a 51 la presencia de Pablo en Corinto.149 En el año 51, Pablo redactó la Primera epístola a los tesalonicenses, el documento más antiguo del Nuevo Testamento. Al año siguiente volvió a Antioquía.
Tercer viaje[editar]
El tercer viaje de Pablo fue sin dudas complejo, y enmarcó su misión más sufrida, por varias razones. Esta etapa incluyó la experiencia de una muy fuerte oposición («fieras», 1Corintios15:32; «muchos adversarios», 1Corintios 16:8-9) y de tribulaciones (con probable prisión) que llegaron a «abrumar» al Apóstol (2Corintios 1:8-9), además de verse jalonada por las crisis que sacudieron las comunidades de Galacia y de Corinto y que motivaron la intervención de Pablo y de su equipo, a través de sendas epístolas suyas y de visitas personales. Sin embargo, a la postre fue una de las misiones más fecundas. Tradicionalmente esta etapa se data de los años 54 a 57, en tanto que las posturas revisionistas tienden a ubicarla entre los años 51 y 54. En esa etapa de su vida, Pablo escribió buena parte de su obra epistolar.
Desde Antioquía, Pablo pasó por el norte de Galacia y Frigia «para confirmar a todos los discípulos» que había allí (Hechos 18:23) y siguió hasta Éfeso, capital de Asia Menor,Nota 8 donde fijó su nueva sede de misión,150 y desde donde evangelizó toda el área de influencia acompañado por el equipo que dirigía.151 152
Predicación de San Pablo, uno de los vitrales realizados por Joseph Ehrismann (1880-1937), ubicado en el Templo protestante de " Notre Seigneur Jésus-Christ" enBischheimDepartamento del Bajo Rin, en la región de Alsacia.
Primero se dirigió a los judíos en la sinagoga pero, como luego de tres meses seguían manifestándose incrédulos, comenzó a impartir sus enseñanzas en la «escuela de Tirano» (Hechos19:8-10). No se dispone de más información sobre esta «escuela». Sin embargo, esta breve noticia se considera verídica, aún por parte de quienes asumen una actitud de desconfianza ante el libro de los Hechos de los Apóstoles (por ejemplo Helmut Köester, discípulo de Bultmann, Bornkamm y Käsemann).153 Algunos conjeturan que se trataría de una escuela de retórica que alquilaba el local a Pablo en las horas libres.154 El texto occidental (códice de Beza) indica que Pablo enseñaba allí desde las 11 de la mañana hasta las 4 de la tarde («desde la hora quinta hasta la décima»). Si esta noticia es cierta, podría tratarse de una forma temprana de catequesis, efectuada de modo regular. Pero según Vidal, es posible que la enseñanza diaria de Pablo en «la escuela de Tirano» apuntara a una especie de escuela teológica paulina en esa ciudad, lugar de estudio de temas relacionados con la interpretación de la Escritura.155
Poco después de llegar a Efeso, Pablo habría escrito su carta a las iglesias de Galacia, motivada por las pretenciones de unos misioneros judaizantes opositores del Apóstol, que exigían la circuncisión a los cristianos gálatas de origen gentil.156 Tanto la carta, un manifiesto de la libertad cristiana para oponerse a la tentativa de judaización de aquellas Iglesias, como su portador Tito, tuvieron éxito al lograr la conservación de la identidad paulina de las comunidades de Galacia.
También en esta etapa llegaron a oídos de Pablo noticias sobre graves problemas surgidos en la Iglesia de Corinto: formación de facciones dentro de la comunidad, animadversión contra el propio Pablo, escándalos, y problemas doctrinales diversos, de todo lo cual se tiene noticias únicamente por sus cartas.157 Pablo les escribió por lo menos cuatro epístolas (según Vidal García, op.cit., hasta seis). De ellas se conservaron hasta hoy las dos conocidas, probables resultantes de la fusión por parte de un recopilador, quizá a fines del siglo I, de los originales fragmentados de cuatro.158 Las primeras dos cartas, hoy probablemente fusionadas en la que conocemos como Primera epístola a los corintios, constituyeron serias advertencias a esa comunidad contra las dramáticas divisiones dentro de la misma (1Corintios 1:10-4:21), al igual que contra algunos casos escandalosos, como el de la unión conyugal incestuosa (1Corintios 5:1-13) y la práctica de la prostitución (1Corintios 6:12-20). Los problemas con esta comunidad continuaron, fomentados por unos misioneros enfrentados con el equipo paulino. Esto dio ocasión a la tercera carta, representada hoy por el fragmento de 2 Corintios 2:14–7:4.159 Entre la tercera y la cuarta carta, Pablo se dirigió a Corinto en la que constituyó una visita dolorosa: se encontró con una Iglesia levantada contra él, que incluso lo agravió públicamente.160 A su vuelta a Éfeso, Pablo escribió la cuarta carta a la comunidad corintia (2 Corintios 10:1–13:13), conocida como laCarta de las lágrimas.161 162 No se trataba solo de un mensaje apologético de defensa frente a sus adversarios, sino que estaba cargado de emotividad.
Artemisa como la «Señora de Éfeso», imagen datada del siglo I. Se trata de una copia romana de la estatua que era objeto de culto en eltemplo de Artemisa (Éfeso). Actualmente se conserva en el Museo arqueológico de Éfeso (Selçuk, Turquía).
Se considera segura la estadía de Pablo en Éfeso durante 2 o 3 años.163 Entre los sucesos narrados por los Hechos se cuentan el enfrentamiento de Pablo con los siete hijos exorcistas de un sacerdote judío y la llamada «revuelta de los plateros», una sublevación hostil provocada por un tal Demetrio y secundada por otros orfebres consagrados a la diosa Artemisa. La prédica de Pablo habría irritado a Demetrio, quien fabricaba pequeños santuarios de plata copiando el de Artemis de Éfeso, con no pocas ganancias para él.
«Compañeros, vosotros sabéis que a esta industria debemos el bienestar; pero estáis viendo y oyendo decir que no solamente en Éfeso, sino en casi toda el Asia, ese Pablo persuade y aparta a mucha gente, diciendo que no son dioses los que se fabrican con las manos. Y esto no solamente trae el peligro de que nuestra profesión caiga en descrédito, sino también de que el templo de la gran diosa Artemisa sea tenido en nada y venga a ser despojada de su grandeza aquella a quien adora toda el Asia y toda la tierra.»
Palabras de Demetrio, según los Hechos de los Apóstoles 19:25-27
El tono del relato de los Hechos y el cuadro que describe es diferente del de las epístolas paulinas, por lo cual algunos estudiosos no están seguros de su historicidad.164 En cambio otros, aun señalando la ausencia de estas noticias en los escritos de Pablo, encuentran en sus cartas posibles alusiones a la tumultuosa estancia del Apóstol en Éfeso.165 Las dificultades que Pablo habría padecido en Éfeso sugieren que el Apóstol podría haber sufrido prisión allí. Esta posibilidad es importante no solo como hecho biográfico, sino además a la hora de datar el tiempo y lugar en que Pablo escribió su Epístola a los filipenses y la Epístola a Filemón, cuyas redacciones en el decir del propio Apóstol tuvieron lugar mientras estaba prisionero (Filipenses 1:12-14Filemón 8-13).166 167
Imagen que representa a San Pablo escribiendo, de una versión manuscrita de las cartas de san Pablo datada de los inicios del siglo IX (Württembergische Stuttgart Landesbibliothek, HB II 54). El origen del manuscrito se atribuye a laAbadía de San Galo, bajo el escriba Wolfcoz. La imagen resulta de una antigua tradición medieval de representar al autor de un texto. Se cree que es una de las primeras representaciones de San Pablo en el arte europeo. La inscripción dice: «S(AN)C(TU)S PAULUS» y «sedet hic scripsit» («se sienta aquí y escribe»).
No se puede aseverar si, luego de su estancia en Éfeso, Pablo marchó inmediatamente a Corinto o pasó de Macedonia alIlírico, por vez primera, para girar una breve visita de evangelización (cf. Romanos 15:19). En cualquier caso, Pablo llegó a Corinto, en la que probablemente sería su tercera visita a aquella ciudad. Permaneció tres meses en Acaya (Hechos 20:2-31Corintios 16:5-6;2Corintios 1:16).
En aquella época Pablo escribió la que, según la mayoría de los especialistas, fue la última carta de su autoría que se conserva: la Epístola a los romanos, datada de los años 55 a 58.Nota 9 Esta carta es el testimonio más antiguo de la existencia de la comunidad cristiana de Roma, y su nivel de importancia es tal que Bornkamm llega a referirse a ella como «el testamento de Pablo».168Pablo señala entonces su proyecto de visitar Roma (Romanos 15:22-24) y desde allí marchar a España y el Occidente.
Entre tanto, Pablo venía pensando en regresar a Jerusalén. En ese tiempo procuró que sus iglesias gentiles realizaran una colecta para los pobres de Jerusalén.169 170 Cuando ya había decidido embarcarse en Corinto con rumbo a Siria, algunos judíos tramaron contra él una conjura y Pablo resolvió regresar por tierra, a través de Macedonia (Hechos 20:3). Acompañado por algunos discípulos de Berea, Tesalónica, Derbe y Efeso, Pablo se embarcó en Filipos hacia Tróade(Hechos 20:4-6), pasando luego por Aso y Mitilene (Hechos 20:13-14). Bordeando la costa de Asia Menor, navegó desde la isla de Quíos a la isla de Samos y luego a Mileto, donde pronunció un importante discurso a los ancianos de la Iglesia de Efeso convocados allí (Hechos 20:17-35). Luego navegó hasta la isla de CosRodas, Patara de Licia (Hechos 21:1-3), Tiro de Fenicia (Hechos 21:1-3), Tolemaida y Cesarea Marítima (Hechos 21:7-8). Por tierra llegó a Jerusalén, donde habría logrado entregar la colecta que tan arduamente había reunido.171
Se sabe por la Epístola a los romanos 15 que Pablo veía con cierta preocupación su retorno a Jerusalén, tanto por la posibilidad de ser perseguido por los judíos como por la reacción que pudiera tener la comunidad de Jerusalén hacia su persona y hacia la colecta realizada por las comunidades que él había fundado.172 Llamativamente, los Hechos de los Apóstoles no comentan la entrega de la colecta, lo que podría ser indicio de un final conflictivo en el cual Pablo no alcanzó a disolver los recelos que aún perduraban en la comunidad de Jerusalén respecto de su predicación.173

Arresto y muerte de Pablo[editar]

La «inscripción Soreg» - una evidencia epigráfica en griego encontrada en Jerusalén en 1871 y datada de finales del siglo I a.C. o inicios del siglo I d.C. Se trata de una advertencia a los no-judíos de no entrar en el santuario del Templo bajo pena de muerte. La inscripción se ubica actualmente en el Museo Arqueológico Nacional de Estambul y a ella hace referencia Flavio Josefo en su obra Antigüedades judíasXV.174 Esta evidencia puede relacionarse con la acusación hecha a Pablo de patrocinar una violación de la Ley y de profanar la santidad del Templo al introducir en él a unos griegos (Hechos 21:27-28).
La última etapa de la vida de Pablo, que abarca desde su apresamiento en Jerusalén hasta su presencia en Roma, tiene como fuente fundamental el relato de Hechos de los Apóstoles21:27–28:31, aunque el autor de Hechos no trata el deceso del Apóstol. Si bien autores cualificados de diversas extracciones reconocen que el relato no responde a criterios estrictos de historicidad al detalle,175 176 177 sin embargo también se considera que el relato atesora varias noticias históricas sin duda fidedignas.178 179 180
Santiago aconsejó a Pablo que su comportamiento durante su estadía en Jerusalén fuera el de un judío piadoso y practicante (Hechos 21:17-25) y Pablo aceptó, todo lo cual se considera digno de crédito.181 Cuando el período ritual de setenta días estaba por cumplirse, algunos judíos procedentes de la provincia de Asia vieron a Pablo en los recintos del Templo y le acusaron de patrocinar una violación de la Ley y de haber profanado la santidad del Templo introduciendo en él a unos griegos. Intentaron matarlo en una revuelta, de la que fue sustraído mediante el arresto por parte del tribuno de la cohorte romana con asiento en laFortaleza Antonia.Nota 10 Conducido ante el Sanedrín, Pablo se defendió y terminó por suscitar una disputa entre los fariseos y los saduceos, ya que éstos últimos no creían en la resurrección mientras que los fariseos sí (Hechos 23:6-10). Seguidamente, los judíos se habrían confabulado para matar a Pablo pero el tribuno lo envió al procurador de la provincia de JudeaMarco Antonio Félix, que residía en Cesarea Marítima (Hechos 23:23-33), ante quien volvió a defenderse. El procurador postergó el juicio y dejó a Pablo en prisión durante dos años (Hechos 24:22-27). Bornkamm considera que tanto el traslado de Pablo a Cesarea Marítima como la postergación de su juicio son datos fiables desde la crítica histórica.182 El caso fue revisado solo después de la llegada del siguiente procurador, Porcio Festo. Por haber apelado al César, Pablo fue enviado a Roma.183 La cronología más tradicional de la vida de Pablo ubicaba la redacción de la Epístola a los filipenses y de la Epístola a Filemón en este período de cautividad de Pablo en Cesarea Marítima, o posteriormente en su prisión en Roma.184
Del azaroso viaje de Pablo a Roma en calidad de prisionero (Hechos 27:1-28:16) se puede obtener algunos datos fidedignos, que incluyen la prolongada duración de la travesía, el acompañamiento de que fue objeto, y una detención obligada en la isla de Malta, que pudo extenderse durante tres meses.185
El libro de los Hechos de los Apóstoles otorgó a la llegada de Pablo a Roma una importancia adicional al mero carácter histórico: para él significaba el cumplimiento de lo que consideraba ya previsto por Jesús en el comienzo del mismo libro respecto de que el Evangelio sería llevado a todas las naciones (Hechos 1:8). Algunos estudiosos señalan además cierta ironía apologética en la forma en que el libro de los Hechos de los Apóstoles describe la llegada de Pablo a Roma: no por libre voluntad, como se lo había propuesto una década antes sin lograrlo, sino como prisionero sujeto al César, con lo que los romanos se convirtieron en agentes indirectos del afianzamiento del evangelio en el centro mismo de su Imperio.186 187
Nikolai Bodarevsky 001.jpg
Paul in prison by Rembrandt.jpg
Adam Elsheimer - St Paul at Malta - WGA7504.jpg
La etapa final de la vida de Pablo de Tarso fue objeto de diversas representaciones artísticas. A la izquierda, El juicio del apóstol Pablo (1875), de Nikolai Kornilievich Bodarevsky, óleo sobre tela conservado en el Museo de Arte Regional,ÚzhgorodUcrania. En el centro, San Pablo en prisión (1627), de Rembrandt, óleo sobre tela. A la derecha, San Pablo en Malta (ca.1600), de Adam Elsheimer, óleo sobre cobre que se conserva en el National Gallery de Londres.
Decapitación de San Pablo (1887), deEnrique Simonet. Firmada en Roma, la obra fue donada más tarde por el padre del artista a la Catedral de Málaga, donde puede contemplarse en la Capilla de la Virgen de los Reyes.
La cautividad de Pablo en Roma, considerada un hecho fidedigno, habría tenido una duración de dos años, tiempo en que el Apóstol no vivió encarcelado sino en custodia lo que, sin embargo, acotó sus libertades.188 189 190
Una de las cuestiones sobre la que no existe una definición clara es si, luego de esa custodia domiciliaria de Pablo en Roma, se produjo su liberación seguida de algún otro viaje (por ejemplo, si llevó adelante su proyecto de viajar a España), antes de ser muerto en la misma Roma. Favorecen esta hipótesis la Primera epístola de Clemente y el Fragmento Muratoriano.191 192 En el presente se tiende a desconsiderar estas noticias como carentes de suficiente sustento.193 Resulta razonable pensar que el autor que finalizó la escritura de los Hechos de los Apóstoles hacia el año 80 conocía el final de Pablo. Si Pablo hubiese sido liberado anteriormente de su prisión, esto habría sido señalado en el libro, lo que no sucede.194
En cambio, tanto la tradición eclesiástica como los análisis historiográficos y exegéticos coinciden en señalar que la muerte de Pablo acaeció en Roma bajo el gobierno de Nerón, y que tuvo un carácter violento.195 196 Nota 11Ya Ignacio de Antioquía señaló el martirio de Pablo en su Carta a los efesios XII, escrita probablemente en la primera década del siglo II.197 Respecto de la fecha, existe una tradición de su muerte en la misma época que Pedro (año 64) o un poco más tarde (67).198 Con todo, el mandato de Nerón se extendió entre los años 54 y 68, y la mayoría de los autores modernos tienden a señalar que la muerte del Apóstol se produjo antes de lo apuntado por Eusebio de Cesarea, más precisamente en el año 58,99 199 200 o a lo sumo a principios de la década de 60.201

Sepultura y culto[editar]

Basílica de San Pablo Extramuros. Se supone con fundamentos que la basílica se edificó en el lugar donde descansan los restos del Apóstol.
Tumba de San Pablo en la Basílica de San Pablo Extramuros.
Se encuentra documentada la forma en que se desarrolló prontamente el culto a Pablo en Roma y cómo se expandió posteriormente por distintas localidades europeas y norteafricanas.202
Entre las fuentes más antiguas que vinculan la muerte de Pablo con Roma se encuentran el testimonio de su sepultura en la vía Ostiensis por parte del presbítero Gayo a fines del siglo II o principios del siglo III, y un calendario litúrgico del siglo IV sobre el entierro de los mártires.
Yo puedo mostrarte los trofeos de los Apóstoles; si quieres ir al Vaticano o a la vía Ostiense, encontrarás los trofeos de los fundadores de esta Iglesia.203
Gayo, recogido por Eusebio de CesareaHistoria Eclesiástica 2,22,2
En concordancia con este testimonio, la Pasión de Pablo del Pseudo Abdías (siglo VI) señaló la sepultura del Apóstol «fuera de la ciudad […], en la segunda milla de la vía Ostiense», más precisamente «en la hacienda de Lucina», una matrona cristiana, donde más tarde se levantaría la basílica de San Pablo Extramuros.204
Hacia el siglo V, el texto apócrifo del Pseudo Marcelo, conocido bajo el título de Hechos de Pedro y Pablo 80, señaló que el martirio de Pablo habría sido por decapitación en las Acque Salvie, en la vía Laurentina, hoy abadía delle Tre Fontane, con un triple rebote de su cabeza que aseguraba haber causado la generación de tres vías de agua. Esta noticia es independiente de todas las anteriores y tardía, lo que sugiere su carácter legendario.
Tras una serie de excavaciones realizadas en la basílica romana de San Pablo Extramuros desde 2002, un grupo de arqueólogos del Vaticano descubrieron en 2006 restos humanos óseos en un sarcófago de mármol ubicado bajo el altar mayor del templo. La tumba data aproximadamente del año 390. Mediante la técnica de datación por medición del carbono-14, pudo determinarse que los restos óseos datan del siglo I o II. En junio de 2009, el papa Benedicto XVI anunció los resultados de las investigaciones realizadas hasta ese momento y expresó su convicción de que, por los antecedentes, ubicación y datación, podría tratarse de los restos del Apóstol.205 206 207 208

Valoraciones de Pablo de Tarso[editar]

Tanto durante su vida como en las siguientes generaciones, la figura y el mensaje de Pablo de Tarso fueron motivo de debate, generaron juicios de valor marcadamente contrastantes, y llegaron a suscitar reacciones extremas.209 De hecho, el propio Clemente de Roma sugirió que Pablo fue entregado a la muerte «por celos y envidias».210
Representación dePolicarpo de Esmirna, uno de los padres apostólicos que expresó su admiración por Pablo.Basílica de San Apolinar el Nuevo en Rávenaca. 526.
Por una parte, tres de los padres apostólicos de los siglos I y II, Clemente de Roma, Ignacio de Antioquía(particularmente en su Carta a los romanos) y Policarpo de Esmirna (en su Segunda epístola a los filipenses), se refirieron a Pablo y manifestaron su admiración por él.211 Policarpo llegó a expresar que no sería capaz de aproximarse a «la sabiduría del bienaventurado y glorioso Pablo»:
«Porque ni yo ni otro alguno semejante a mí puede competir con la sabiduría del bienaventurado y glorioso Pablo, quien, morando entre vosotros, a presencia de los hombres de entonces, enseñó puntual y firmemente la palabra de la verdad; y ausente luego, os escribió cartas, con cuya lectura, si sabéis ahondar en ellas, podréis edificaros en orden a la fe que os ha sido dada […]».212
Policarpo de Esmirna, Epístola a los filipenses III
Por otra, la corriente judeo-cristiana de la Iglesia primitiva tendió a ser refractaria a Pablo, a quien pudo considerar rival de Santiago y Pedro, los líderes de la Iglesia de Jerusalén.213 De allí que especialistas como Bornkamm interpreten que la Segunda epístola de Pedro, un escrito canónico tardío datado de los años 100-150, expresa cierta «cautela» respecto de las epístolas paulinas. Si bien esta carta menciona a Pablo como «querido hermano», parece tratar sus escritos con alguna reserva por las dificultades que podrían suscitarse en su comprensión, con lo que «los débiles o no formados podrían torcer su doctrina, para su propia perdición» (2Pedro 3:15-16).
Los padres de la Iglesia subsiguientes avalaron y utilizaron las cartas de Pablo de forma sostenida. Ireneo de Lyon, a fines del siglo II y a propósito de la sucesión apostólica en las distintas iglesias, señaló a Pablo junto a Pedro como base de la Iglesia de Roma.214 Contra los extremismos, tanto de los judeo-cristianos antipaulinos como de Marción y de los gnósticos, el propio Ireneo expuso su postura según la cual existía consonancia entre los evangelios, los Hechos de los Apóstoles, las cartas paulinas y las Escrituras hebreas:
Todavía hemos de añadir a las palabras del Señor las palabras de Pablo, examinar su pensamiento, exponer al apóstol, aclarar todo lo que ha recibido de otras interpretaciones por parte de los herejes, que no comprenden lo más mínimo de lo que dijo Pablo, mostrar la estupidez de su locura y demostrar, precisamente a partir de Pablo —de quien ellos sacan sus objeciones contra nosotros—, que son unos mentirosos, mientras que el apóstol, heraldo de la verdad, enseñó todas las cosas plenamente de acuerdo con la predicación de la verdad […].215
Ireneo de Lyon, Adversus haereses IV, 41, 4.
Quizá el culmen de la influencia de Pablo de Tarso entre los padres de la Iglesia haya tenido lugar en la teología de Agustín de Hipona, en particular contra el pelagianismo.216 La diversidad notable de valoraciones de la figura y obra de Pablo continuaron a través del tiempo, y se puede resumir en el decir de Romano Penna:
San Juan Crisóstomo lo exaltaba como superior a muchos ángeles y arcángeles (cf Paneg. 7,3); Martín Lutero sostenía que no había nada en el mundo tan audaz como su predicación (cf Tischr. 2,277); un hereje ibérico del s. VIII, Migecio, proclamaba incluso que en él se había encarnado el Espíritu Santo; y un estudioso de comienzos del s. XX lo consideraba como el segundo fundador del cristianismo (W. Wrede). Otras definiciones son más corrientes, como «el misionero más grande», «el decimotercer apóstol», «el primero después del Único» o, más simplemente, el «vaso de elección» (queDante, Inf. 2,28, toma de Hechos 9:15).217
R. Penna
Las interpretaciones que de los escritos de Pablo de Tarso hicieron Martín LuteroJuan Calvino tuvieron influencia importante en laReforma Protestante del siglo XVI. En el siglo XVIII, el epistolario paulino fue fuente de inspiración para el movimiento de John Wesleyen Inglaterra. En el siglo XIX, resurgió la hostilidad declarada contra Pablo. Quizá el detractor más extremo en su ferocidad haya sidoFriedrich Nietzsche, en su obra El Anticristo, 42.218 Paul de Lagarde quien pregonaba una «religión alemana» y una «iglesia nacional», atribuyó lo que él consideró la «evolución nefasta del cristianismo» al hecho de que «una persona absolutamente incompetente (Pablo) logró influir en la iglesia».219 En las antípodas, la teología dialéctica de Karl Barth, un antecedente intelectual relevante en la lucha contra el nacionalsocialismo, nació con el comentario de 1919 de este teólogo suizo a la Carta a los romanos.220
Con todo, Raymond E. Brown previno acerca de dos tendencias: (1) la que propende a maximizar ciertas perspectivas anacrónicasreferidas a Pablo, y (2) la que extrema las diferentes posturas que pudieran haber existido en las primeras comunidades cristianas.221Más allá de las diferencias entre el cristianismo paulino por un lado y el judeo-cristianismo de Santiago y Pedro por otro, ellos mantuvieron una fe en común.222 Y la fecha tardía de la redacción de la Segunda epístola de Pedro permite suponer que las diferencias de opinión existentes entre las distintas corrientes básicas del cristianismo primitivo no sofocaron su pluralidad interna, tal como cristalizó en el canon bíblico.223

Carácter y legado de Pablo[editar]

El carácter y el legado de Pablo se verificaron: (1) en las comunidades por él fundadas y en sus colaboradores; (2) en sus cartas auténticas; y (3) en las llamadas cartas deuteropaulinas, surgidas quizá de una escuela que nació y creció en torno al Apóstol.224 Es a partir de ese legado inmediato que surgió todo su influjo posterior.

Comunidades y colaboradores[editar]

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Representaciones iconográficas de Silas yLucas el Evangelista, a quienes se considera colaboradores de Pablo de Tarso
Pablo utilizó para con sus comunidades y colaboradores un lenguaje apasionado.225 226 227A los tesalonicenses les escribió que eran su esperanza, su gozo, su corona, su gloria (1Tesalonicenses 2:19-20); a los filipenses les dijo que Dios era testigo de cuánto los amaba con el entrañable amor de Jesucristo (Filipenses 1:8), y que resplandecían como antorchas en el mundo (Filipenses 2:15). A los miembros de la comunidad de Corinto les advirtió que no sería indulgente con ellos (2Corintios 13:2), pero no sin antes comentarles que les había escrito con muchas lágrimas para que supieran cuán grande era el amor que les tenía (2Corintios 2:4).
Se especula que Pablo debió ser un hombre capaz de suscitar profundos sentimientos de amistad, ya que sus cartas dan muestras de lealtad por parte de un amplio abanico de personajes con nombre propio (ver, por ejemplo, Romanos 16:5-15).228 TimoteoTito,Silas, todos formaron parte del equipo paulino, llevando sus cartas y sus mensajes, a veces en circunstancias difíciles. Los esposos cristianos Priscila –también llamada Prisca– y Aquila, cuya amistad hacia Pablo de Tarso resultó entrañable, fueron capaces de levantar su tienda y partir con él desde Corinto a Éfeso y luego ir a Roma, de donde habían sido exiliados previamente, para preparar la llegada del Apóstol. Vidal sugiere que en Éfeso fueron ellos quienes, en una intervención riesgosa, habrían logrado la liberación de Pablo,229 lo que justificó el encomio del Apóstol:
Saluden a Prisca (Priscila) y Aquila, colaboradores míos en Cristo Jesús. Ellos expusieron sus cabezas para salvarme. Y no solo les estoy agradecido yo, sino también todas las Iglesias de la gentilidad.
Pablo, Epístola a los romanos 16:3-4
A ellos se suma Lucas, a quien por tradición se identifica con el autor del evangelio homónimo y de los Hechos de los Apóstoles. Se menciona su nombre entre los de los colaboradores de Pablo (Filemón 1:23-24). Según la Segunda epístola a Timoteo, habría acompañado a Pablo hasta su final (2Timoteo 4:11).230

Las epístolas paulinas auténticas[editar]

San Pablo escribiendo sus epístolas, obra de Valentin de Boulogne o Nicolas Tournier, del siglo XVII.
Las cartas auténticas de Pablo son un conjunto de escritos neotestamentarios conformado por las siguientes obras:231
Este corpus de epístolas auténticas es único en más de un sentido:
  1. Porque se conoce a ciencia cierta su autor, y su autenticidad resulta reconocida ampliamente desde el análisis científico-literario actual.232 233 234 235
  2. Porque su fecha de redacción es la más antigua de los libros del Nuevo Testamento, apenas 20-25 años posterior a la muerte de Jesús de Nazaret, y probablemente anterior incluso a la de los evangelios en su versión definitiva conocida hoy, por lo que constituyen documentación de carácter capital en cualquier análisis sobre los inicios del cristianismo.236
  3. Porque ninguna otra personalidad del Nuevo Testamento se conoce a nivel semejante a través de sus escritos.237
Aunque las cartas tuvieron por función inmediata abordar problemas resultantes de situaciones concretas, es muy verosímil que las comunidades a las cuales estas cartas estuvieron dirigidas las hayan atesorado, y que prontamente las compartieran con otras comunidades paulinas.238 Así, resulta altamente probable que hacia fines del siglo I estos escritos ya existieran como corpus, resultante del trabajo de una escuela paulina que recopiló sus cartas para conformar el legado escrito del Apóstol.239

Las epístolas pseudoepigráficas[editar]

Existe, además de las cartas de Pablo, un conjunto de escritos epistolares que se presentan como suyos pero que la crítica moderna, conocedora del fenómeno de la pseudoepigrafía típico de las obras antiguas orientales y griegas, atribuye a diferentes autores asociados con Pablo.240 241 Se trata de las siguientes obras:
El hecho de que se sugiera que estos escritos canónicos son pseudoepigráficos o deuteropaulinos, lejos de quitarle notoriedad al Apóstol la incrementaron,242 243 porque significa que una «escuela», quizá ya establecida en torno al mismo Pablo y depositaria de su legado, recurrió a la autoridad del Apóstol para validar sus escritos.244

Teología paulina[editar]

Pablo el Apóstol, de Rembrandt. Óleo sobre lienzo ubicado en el Museo de Historia del Arte de Viena. El códice bajo el brazo izquierdo del Apóstol simboliza las epístolas paulinas.
Se denomina teología paulina al estudio razonado, sistemático e integral del pensamiento de Pablo de Tarso, que experimentó desarrollos y retoques en las sucesivas interpretaciones que se hicieron de sus escritos. La presentación sumaria de la teología de San Pablo es muy ardua. La mayor dificultad de cualquier intento de sistematización del pensamiento del Apóstol radica en que Pablo no era un teólogo sistemático, por lo cual cualquier categorización y ordenamiento parece responder más a las preguntas del exégeta que a esquemas paulinos.245
Por mucho tiempo el debate estuvo supeditado a una disyuntiva. Según la tesis luterana clásica, el tema fundamental de la teología paulina sería el de la justificación de la fe sin las obras de la Ley. A partir de esa tesis se llegó a considerar que en la doctrina paulina así entendida estaba el núcleo central del anuncio cristiano. En el siglo XX, la postura a favor del principio de la sola fide fue una constante en el trasfondo y en la orientación del pensamiento de Rudolf Karl Bultmann y también se presentó, con una variedad de matices, en seguidores suyos tales como Ernst Käsemann246 o G. Bornkamm.247
Desde el punto de vista del catolicismo, si bien la justificación forma parte del mensaje paulino, no constituye su núcleo central único. El argumento tradicional católico sostenía que Dios, más que «declarar justo» al hombre, hace justo al hombre transformándolo.248
En los últimos años, diferentes estudiosos protestantes, tales como Krister Stendahl,249 Ed Parish Sanders,250 251 y James D. G. Dunn,252 criticaron la postura luterana clásica que oponía una fe cristiana portadora de la gracia y de la libertad contra un presunto judaísmo tradicional afecto al legalismo y exaltación soberbia de la observancia de las prescripciones mosaicas. Después de presentar la dificultad de «escribir una teología de Pablo», James Dunn propuso en su libro a modo de esquema lo siguiente: Dios y la humanidad – la humanidad bajo interdicción – el Evangelio de Jesucristo – el comienzo de la salvación – el proceso de la salvación – la Iglesia – la ética.
Los autores católicos (Lucien Cerfaux,253 Rudolf Schnackenburg,254 y particularmente Joseph Fitzmyer) centraron la teología de Pablo en su pensamiento sobre Cristo, particularmente sobre su muerte y su resurrección. J. Fitzmyer señaló la cristología como centro de la teología paulina.255 Para él, la teología paulina sería una teología cristocéntrica, es decir, una teología cuyo eje principal es Cristo muerto y resucitado. Otros autores como Joachim Gnilka y Giuseppe Barbaglio hablan de un teocentrismo paulino, lo que quiere implicar que todo el pensamiento de Pablo arranca de Dios y vuelve a Él.256 257
Por otra parte, una detallada observación de las epístolas paulinas auténticas permite advertir que en el pensamiento del Apóstol se produjo una evolución y que, en consecuencia, no se podría hablar de un único centro de interés en su predicación.258 G. Barbaglio propuso que el Apóstol escribe una «teología en epístola». De allí que el esquema de Barbaglio consistió en presentar la teología de cada carta siguiendo cronológicamente cada una de las siete epístolas auténticamente paulinas, para finalizar con un capítulo titulado: «Coherencia de la teología de Pablo: hermenéutica del Evangelio».257
Según R. Penna, se tiende a aceptar que en el centro del pensamiento de Pablo se encuentra el «evento-Cristo», hecho concluyente en «su teología». La discusión discurre sobre las consecuencias (antropológicas, escatológicas, eclesiológicas) de ese dato. Brown sugirió que todas las propuestas encierran parte de verdad, pero derivan de «juicios analíticos» posteriores a Pablo.259

Relación con el judaísmo[editar]

Estatua de Pablo de Tarso en la Basílica de San Pedro.
Pablo era judío, de la escuela de Gamaliel, de denominación fariseo, mencionando esto último como algo de lo que se sentía orgulloso (Fil 3:5). El punto principal de su mensaje era que los gentiles no tienen necesidad de circuncidarse al igual que los judíos (1Cor 3:2), de hecho una buena parte de sus enseñanzas es un énfasis a los gentiles para que comprendan que su salvación no depende de copiar los rituales judíos; sino que tanto judíos como gentiles, en última estancia, son salvos por gracia Divina [claro que la gracia Divina se aplica por medio de la Fe (fidelidad)]. Los estudiosos contemporáneos, sin embargo, debaten acerca de si cuando Pablo habla de "fe/fidelidad en/de Cristo" (el genitivo griego es susceptible de ambas interpretaciones, objetiva y subjetiva) se refiere en todos los casos a la fe en Cristo como algo necesario para alcanzar la salvación (no sólo por parte de los gentiles, sino también de los judíos) o si en ciertos casos se refiere más bien a la fidelidad del propio Cristo hacia los hombres (como instrumento de la salvación divina dirigida a los judíos y los gentiles por igual)260
Fue el pionero en comprender que el mensaje de salvación de Jesús que comenzaba en Israel, se expandía a toda criatura independientemente de su origen. Para Saulo (en hebreo: Shaúl) los seguidores gentiles de Jesús (Yeshúa en hebreo) no deben seguir los mandamientos de la Torá (ley) que son exclusivos al pueblo de Israel. Y así queda establecido en el Concilio de Jerusalén (Gal 2:7-9), que los gentiles sólo deben guardar los preceptos de los gentiles (comúnmente conocidos en el judaísmo como: preceptosnoájidas; Hch 21:25; Talmud, Sanedrín 56a y b).
Muchas de sus enseñanzas, al ser dirigidas a un pueblo gentil eran mal entendidas y mal interpretadas (2P 3:15-16). Algunos judíos por un lado interpretaron que Pablo enseñaba a abandonar la Torá de Moisés (Hch 21:28; Hch 21:21), lo cual no era cierto, y él mismo lo tuvo que desmentir (Hch 25:8; Hch 21:24,26). Por otro lado, había gentiles que interpretaban que la salvación por gracia les permitía pecar, y también lo tuvo que desmentir (Rom 6:15).
Recientemente, algunos investigadores como Krister StendahlLloyd GastonJohn G. GagerNeil ElliottWilliam S. CampbellStanley K. StowersMark D. NanosPamela EisenbaumPaula FredriksenCaroline Johnson HodgeDavid J. Rudolph y, en España, Carlos A. Segovia, han defendido que Pablo no buscó superar ni reformar el judaísmo, sino incorporar a los gentiles a Israel por medio de Cristo sin obligarles a renunciar a su condición de gentiles.261 262 Esta interpretación recibe el nombre "nuevo enfoque radical sobre Pablo" y contrasta tanto con su interpretación cristiana tradicional como con la llamada "nueva perspectiva sobre Pablo" de James D. G. Dunn yNicholas Thomas Wright, según la cual Pablo se propuso reformar el judaísmo.263

Representaciones artísticas[editar]

Imagen de Pablo de Tarso, el Apóstol, datada de ca. 380, descubierta en lascatacumbas romanas de Santa Tecla.
Conversión del Apóstol San Pablo, lámina ubicada en la ermita de San Pablo enAyerbe.
Anania ridà la vista a san Paolo(Ananías restaura la vista a san Pablo), lienzo de Pietro da Cortona (ca. 1631) ubicado en Santa Maria della Concezione dei CappucciniRoma.
Pablo, como otros apóstoles relevantes, tuvo un amplísimo tratamiento en el arte. En especial, su episodio de conversión fue tratado por maestros italianos como Parmigianino(Museo de Historia del Arte de Viena), Miguel Ángel (mural en la Capilla Paolina delVaticano) y Caravaggio (Basílica de Santa María del PopoloRoma). Otros momentos frecuentemente escogidos fueron la predicación en el Areópago (RafaelCapilla Sixtina -también pintó el rechazo del mago Elimas y el sacrificio de Listra-), el descenso en canasta de las murallas de Damasco, el naufragio, el episodio de las serpientes, el éxtasis, laestancia en prisión y el martirio.264
No suele aparecer en las series referidas a los doce apóstoles que conocieron en vida a Cristo, pero muy a menudo se le representa en pareja con Simón Pedro. En este caso suelen distinguirse por sus atributos: en San Pedro, las llaves que simbolizan su elección como jefe de la Iglesia, y en San Pablo la espada que simboliza su martirio -además de referirse a un pasaje de su carta a los Efesios: la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios-).265 También es frecuente la presencia de un libro que representa su condición de autor de textos neotestamentarios (aunque esto también identifica a Pedro y a otros apóstoles). A veces se representa a Pedro y Pablo como teólogos debatiendo.
El origen de su iconografía, que fija unos rasgos característicos y repetidos a lo largo de los siglos, se remonta al arte paleocristiano, que la entronca con la tradición greco-romana de representación de filósofos como Plotino.266 267

Notas[editar]

  1. Ir a Sin embargo, Murphy-O'Connor, profesor de Nuevo Testamento en la École Biblique et Archéologique Française de Jerusalén y especialista en Pablo de Tarso, apoya este dato y lo compatibiliza con el recuerdo de Tarso en la infancia. Según este supuesto, los padres de Pablo habrían sido víctimas de las expediciones devastadoras de Publio Quintilio Varo y sus legiones romanas en Siria. Vendidos como esclavos, su destino final habría sido Tarso. Según el supuesto de Murphy-O'Connor, Pablo «era galileo de nacimiento» (cfr. Murphy-O'Connor, Jerome. (2008). Pablo, su historia. Madrid: San Pablo. pp. 14-15. ISBN 978-84-285-3258-7.).
  2. Ir a Las ejecuciones debían tener lugar fuera de la ciudad y exigían que los testigos por los cuales se había empezado la causa fueran también los primeros en tirar las piedras. Para poder tirar las piedras mejor y con más fuerza, se quitaban los mantos.
  3. Ir a No se trata, pues, de Arabia saudí sino del reino nabateo, que alcanzaba por el sur hasta el Sinaí y cuya capital era Petra. A comienzos del siglo II se constituyó en la provincia romana de Arabia Pétrea.
  4. Ir a Este dato es uno de los puntos considerados en la reconstrucción temporal de la vida de Pablo de Tarso. Aretas IV estuvo en guerra con Herodes Antipas, un aliado de los romanos, por lo que tradicionalmente se considera que recién tuvo injerencia sobreDamasco en los años 38 y 39, en tiempos del emperador Calígula, para finalmente morir en el año 40. Según la opinión tradicional, el suceso relatado por Pablo se sitúa en ese intervalo. Sin embargo el dato podría no ser totalmente seguro porque, antes de la guerra con Herodes, Aretas colaboró con los romanos para contener sediciones judías. Por ejemplo, Flavio Josefo señaló que Aretas ayudó al procurador romano Publio Quintilio Varoen su campaña contra los judíos (Bell. 2,68). A cambio de este tipo de colaboración se le concedía a Aretas el control de la colonia nabatea que habitaba en Damasco. Por ello,Víctor M. Fernández sugiere que el episodio podría también situarse antes del año 36.
  5. Ir a Antioquía de Siria fue la tercera ciudad en importancia del Imperio romano, después deRoma y Alejandría. Fue el enclave de más trascendencia en la vida de Pablo, base de su actividad misionera hacia el exterior. El río Orontes dotaba a Antioquía de acceso al mar Mediterráneo, medio que fue muy utilizado por Pablo en sus viajes. Fue Antioquía de Siria desde donde Pablo evangelizó el Asia Menor y Grecia y desde donde Osroena (zona neutra de encuentro entre los imperios romano y persa) sería alcanzada definitivamente por el cristianismo en el siglo siguiente.
  6. Ir a En Romanos 1:16, el Apóstol hablaría más tarde de un evangelio que trae la salvación, primero a los judíos y luego a los griegos.
  7. Ir a La presunción se basa en que el relato del libro de los Hechos de los Apóstoles, cuya escritura se atribuye tradicionalmente a Lucas, comienza a utilizar el pronombre personal de la primera persona del plural, «nos» (Hechos 16:10-17).
  8. Ir a En el siglo I, Éfeso era la cuarta metrópoli del Imperio romano, después de Roma, Alejandría, y Antioquía. Se estima que su número de habitantes se hallaba entre 180 000 y 250 000, según los autores. Era un centro estratégico para el comercio y las comunicaciones hacia Oriente.
  9. Ir a Para la datación de esta carta, las opiniones se agrupan en dos tendencias generalizadas. Algunos autores sostienen que la Epístola a los romanos habría sido escrita hacia el año 58. Entre ellos se encuentran J. Fitzmyer («Carta a los Romanos», en: Comentario Bíblico San Jerónimo, Tomo IV, Madrid, 1972, página 102); R. Jewett (Dating Paul's Life; Londres, 1979); J.M. Cambier («La lettera ai Romani», en: Introduzione al Nuovo Testamento III; Roma, 1981, página 127); O. Michel (Der Brief an die Römer; Göttingen, 1978, página 1); U. Vanni («Romanos», en: Nuevo Diccionario de Teología Bíblica; Madrid, 1990, página 1700). Para otros, la Epístola a los romanos fue escrita hacia el año 55. Dan preeminencia a esta datación L. Alonso Schöckel («Carta a los Romanos», en: Biblia del Peregrino III; Bilbao-Estella, 1993, página 380); G, Barbaglio (Pablo de Tarso y los orígenes cristianos; Salamanca, 1989, página 32); G. Bornkamm (Pablo de Tarso, Salamanca, 2002, página 138); J. Becker (Pablo, el apóstol de los paganos; Salamanca, 1996, páginas 313-315); S. Vidal (Pablo, de Tarso a Roma; Santander, 2007, página 223); y S. Lyonnet (Nueva Biblia de Jerusalén; Bilbao, 1998, página 1646).
  10. Ir a El tribuno sería Claudio Lisias, según señala el libro de los Hechos en varias ocasiones (Hechos 23:26Hechos 24:7Hechos24:22).
  11. Ir a La decapitación era la forma de ejecución reservada para personas con la ciudadanía romana. El suplicio de la cruz, considerado degradante, se destinaba a quienes no eran romanos.